Las varices son venas hinchadas, retorcidas, que a menudo se ven azuladas o moradas bajo la piel de las piernas. Se forman cuando las válvulas venosas ayudan a la circulación de la sangre hacia el corazón dejan de funcionar adecuadamente, causando que la sangre se acumule en las venas. Esta condición no solo se trata de un problema estético.
Se muestran hinchadas y de colores azulones. A menudo son abultadas.
A través de una sensación de dolor o calambres, especialmente después de estar de pie por periodos prolongados.
Suele empeorar hacia el final del día.
Los tobillos y pies se pueden hinchar por la acumulación de fluido, provocando inflamación
Irritación en la piel alrededor de la zona afectada que puede acompañarse de cambios de textura de la piel.
Las varices son venas dilatadas y retorcidas que suelen verse azuladas o moradas bajo la piel. Se forman cuando las válvulas venosas encargadas de impulsar la sangre hacia el corazón dejan de funcionar correctamente, provocando acumulación de sangre en las venas. Factores como la herencia, el sedentarismo, los cambios hormonales o pasar mucho tiempo de pie favorecen su aparición.
Además de las venas visibles, las varices pueden causar pesadez, dolor, calambres, picor o hinchazón en las piernas. Estos síntomas suelen empeorar al final del día o tras periodos prolongados de pie, y pueden ir acompañados de cambios en la piel o sensación de ardor.
Se recomienda acudir a un especialista si las varices causan dolor, inflamación o cambios en la piel, o si notas cansancio constante en las piernas. Detectarlas a tiempo permite prevenir complicaciones más graves como úlceras o trombosis venosa.
El tratamiento busca aliviar los síntomas, mejorar la apariencia y prevenir complicaciones. En Piernología, el Dr. Antonio Jiménez Ramos realiza una valoración vascular completa para determinar la causa del problema y elegir el abordaje más adecuado. Entre las opciones disponibles se incluyen el láser vascular, la escleroterapia con espuma, la ablación por radiofrecuencia, la flebectomía o tratamientos farmacológicos específicos.
No. La mayoría de los procedimientos actuales son mínimamente invasivos y se realizan en consulta o de forma ambulatoria. Técnicas como la escleroterapia o el láser permiten una rápida recuperación y reincorporación a las actividades diarias, sin necesidad de hospitalización.
Adoptar hábitos saludables es clave: mantener una vida activa, controlar el peso, evitar el tabaco y el calor prolongado, y usar medias de compresión si lo recomienda el médico. En casos con predisposición genética, los controles periódicos en Piernología permiten detectar y tratar a tiempo cualquier signo de insuficiencia venosa.
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Lo mejor de acudir con el Dr. Jiménez es que me ha ido guiando y ayudando en todas las fases del tratamiento. Venía de sufrir dolores de piernas durante muchos años atrás.